martes, 19 de octubre de 2010

CALIENTE Y FRIO


Tanto el calor como el frío, son dos magníficos aliados de la estética…
Entre otros muchos tratamientos en los que intervienen, ayudan en aquellos destinados a eliminar la grasa acumulada
Pero hay que saber manejarlos para extraer de ellos los mejores rendimientos.

Así que en cabina, los utilizamos, tras llevar a cabo un diagnostico riguroso de cada problema…

¿Y de que modo?

-Aplicando toallas calentadas e impregnadas con una mezcla especial sobre la zona a tratar.
-Utilizando una serie de pases específicos sobre el meridiano de la vejiga (parte posterior media de la pierna).
-Poniendo en practica la denominada “técnica del recalentón”.
Consiste en volver a colocar en las mismas zonas tratadas, paños cocidos con una mezcla muy fuerte...
-Cubriendo el cuerpo con plástico y manta eléctrica.
Se permanece de este modo mientras se ponen en contraste compresas de agua fría en pies y piernas.
-Tomando una infusión caliente, compuesta por una serie de componentes antiobesidad...


Y solemos acabar los tratamientos con un masaje.

Los beneficios que obtenemos cumplen con el objetivo de alcanzar mayor bienestar y un cuerpo más esbelto.

Y son:
Circulatorios:
vaso dilatación y constricción de la red venosa y arterial que activan las funciones cutáneas
Linfáticos: se consigue un drenaje de los tejidos y una limpieza de la piel en profundidad
Depurativos: se dispersan y eliminan residuos tóxicos y se refrescan los tejidos
Reafirmantes: la aplicación fría aumenta la densidad y la resistencia de los tejidos. La piel se reafirma
Sudativos: la humedad interna llega a la periferia con la sangre e hidrata los tejidos.

Los resultados se perciben de inmediato...
¡El funcionamiento orgánico ha comenzado!....

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